Esta es una exigente excursión a la mole
rocosa que conforma la Serrezuela de
Bedmar. La distancia total desde Jaén
son 50 km (1 hora). Tomaremos la
carretera hasta Bedmar y una vez allí,
tomaremos el primer desvío al llegar al
segundo semáforo del pueblo, justo
antes de la gasolinera en dirección
“Bedmar, Centro urbano”. A la izquierda
existe una pequeña señal que indica:
“Fique Torreón árabe, embalse de Pedro
Marín camino rural” (a la derecha queda
el castillo). Es la carretera JV 3032.
Avanzamos unos 200 metros en
dirección al centro y sin entrar en él, otra
pequeña señal (con el mismo rótulo),
nos marca la dirección a seguir. Desde
esta segunda señal hay 6 km hasta el
inicio de nuestra ruta (por carretera
asfaltada 3,6 km, el resto 2,4 km por
carril). Una vez fuera del pueblo, a unos
400 m y a nuestra derecha aparecen las
ruinas de lo que fuera un antiguo
lavadero (se observan unos arcos
cerrados con ladrillos y a continuación
los pilones para lavar). Justo al pasar,
parte un carril a la derecha, que también
nos llevaría al lugar de partida, aunque
es necesario todoterreno. Nosotros
seguiremos por la carretera asfaltada, en
dirección a los Cerros de Fique y a 3 km
del último cartel indicador y en una curva
pronunciada en sentido derecha, se
inicia un carril que tomaremos. Es una
vía pecuaria con una zona de verde
hierba y antiguos almendros, a nuestra
derecha. Son 2,4 km de carril.
Avanzaremos hasta un bosquete de
pinos, hasta una bifurcación, tomando a
la izquierda. Tras 1 km encontraremos
una caseta de riego y una gran balsa de
almacenamiento de agua.
Posteriormente hay otra pequeña caseta
a la derecha, en un carril casi perdido. A
500 m. de esta referencia y tras una
doble curva derecha e izquierda, se abre
a la derecha el barranco de Perejil. En la
falda del monte, un gran monolito afilado
de piedra marca la entrada.
Del mismo camino parte una senda entre retamas, que nos lleva junto al
monolito de piedra (a los lejos parece un
gran triángulo isósceles). Al llegar a la
entrada apreciamos un primer tramo
exigente, pues es bastante pendiente
aunque asciende en zig-zag (en
candonga)1. Es una zona encañonada
con inmensas paredes de piedra donde
se encaraman sabinas y hermosas
hiedras silvestres. Es un antiguo camino
de herradura, descuidado por el tiempo
y los hombres, por el que sólo pasan
cabras y ovejas. Tras este primer tramo,
de unos veinte minutos, se abre una
extensa cazoleta cubierta con romeros,
retamas, sabinas y enebros. Aquí el
camino se suaviza y el andar se hace
muy cómodo.
Se deleita la vista, durante la ascensión
con las altas y extensas planchas de
roca, a modo de un inmenso pastel de
milhojas, es espectacular. Aquí volvemos
la vista y apreciamos el bellísimo
lugar por el que paseamos.
Vamos ascendiendo y llegamos hasta
un antiguo abrevadero hoy seco y
abandonado. Seguimos por la derecha
sin perder el sendero claramente
marcado entre el romeral. Ascendiendo
llegaremos a una bifurcación; nosotros
seguimos por la derecha hasta un
collado amplio. Aquí se aprecia un una
hermosa vista del Aznaitín y del pueblo
de Jimena. Existen además numerosos
restos fósiles.
En este punto, el sendero comienza a
descender. A nuestra derecha hay un
gran espolón de piedra. Aquí caben tres
posibilidades.
Una, seguir y descender por el sendero
claramente marcado hasta otro
barranco anterior al de Perejil (Barranco
de la Higueruela), que se une con el carril
de tierra que accede al inicio de nuestra
excursión (sale junto a una gran balsa,
una caseta de nueva construcción y un
transformador eléctrico; por aquí ya
hemos pasado).
Dos, regresar por el sendero inicial hacia
abajo y volver al Barranco de Perejil.
Tercera, si queremos hacer el recorrido
entero, deberemos echar la vista a
nuestra izquierda y campo a través
cruzar la pared rocosa. Aquí la pendiente
es notable. Tras una hora de exigente
ascensión se llega una loma pedregosa
con algunos pinos y sabinas. Estamos a
la espalda de la serrezuela y en su
margen izquierdo se puede contemplar
pueblo de Jódar. Desde aquí, tras
tomar un bocadillo, iremos cresteando
hasta el primer pico, bastante pelado
que observamos a nuestra derecha, en
dirección a Bedmar. En todo este
recorrido, ya más suave, las vistas son
excepcionales. Tras este primer pico
llegaremos a la cima de las Cuevas del
Aire donde existe un mojón que marca el
punto geodésico (1309m.).
Desde aquí se aprecia la magnífica y
gran extensión de Sierra Mágina. De los
municipios vemos Bedmar a nuestros
pies, a la espalda Jódar, Albanchez,
Jimena y todos los pueblos de la Loma.
Como puntos geográficos, de frente
toda la mole que supone la gran muralla
rocosa del macizo de Mágina. Desde el
punto geodésico y desde nuestra
izquierda, en primer plano el Alto de la
Ser rezuela (1372m. ) , det rás la
Golondrina y hacia la derecha Cerro
Carboneras, Alto de Sierra Mágina
(2014m.), Pico Mágina (2167m.), Cerro
Cárceles (2060m.), Monteagudo (1683m.) y El Aznaitín (1720m.).
Si hemos optado por la tercera posibilidad, la vuelta la podemos realizar por el
cortijo del fondo del valle (Cortijo del aire) y, luego, por la vereda del Portillo,
en dirección a Bedmar.
Duración de este último recorrido es de
unas siete horas y se recomienda
pantalón largo, botas o calzado
antideslizante, agua para beber y
alimentos y ropa adaptable a la climatología
variable (aire y/o lluvia), también
comprimidos de glucosa, como ya
hemos señalado es un camino largo y duro.
Lugares de interés cercanos: "Cerros de Fique, son antiguas minas repobladas por un extenso pinar con un precioso paseo sobre el valle del
Guadalquivir. Existe también un antiguo torreón vigía. Muy cerca está el embalse de Pedro Marín sobre el
Guadalquivir."
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