El Parque Natural Despeñaperros, el Paraje Natural de la Cascada de la Cimbarra
El Parque Natural Despeñaperros, el Paraje
Natural de la Cascada de la Cimbarra y su
entorno sin duda se diferencian de los paisajes
suaves y alomados del resto de Sierra
Morena. Escarpes y cortados cuarcíticos
representan el típico paisaje de la entrada
natural a Andalucía.
Son pocos los cortados rocosos en el conjunto
de Sierra Morena, por lo que esto nos
ofrece una especial singularidad en cuanto
a variedad de fauna y flora con especies
rupícolas, algunas muy amenazadas.
Bosques de roble melojo, quejigos, mostajos
y alcornocales atestiguan la mayor humedad
ambiental de la zona y ofrecen un
interesante hábitat con especies propias de
ambientes norteños.
Destacar la rica herpetofauna representada
por la salamandra, tritón ibérico, tritón
pigmeo, ranita meridional, etc.
Especies objetivo:
águila imperial ibérica, águila perdicera, águila real, halcón peregrino, buitre leonado, cigüeña negra, paloma zurita, mosquitero
ibérico, papamoscas cerrojillo, colirrojo real, vencejo cafre, vencejo real.
Despeñaperros, por su condición de camino
de entrada natural a Andalucía se trata de
una de las zonas mejor conectada de la
provincia. Se puede acceder a este espacio
protegido desde la propia autovía A4.
Desde aquí podremos planificar rutas a pie
por los abundantes senderos de uso público
del parque natural, siendo muy recomendable
la visita a los robledales del Barranco
de Valdeazores o la Umbría de Malabrigo
con especies vegetales muy amenazadas
como Centaurea citricolor, Sideritis lacaitae
o Digitalis mariana, así como las paradas
en los miradores del Monumento Natural
de Los Órganos, donde podremos observar
con detalle una nutrida colonia de buitres
leonados y otras aves rupícolas raras, como
el vencejo cafre, todo ello sin salir del municipio
de Santa Elena.
La localidad de Aldeaquemada abre la
puerta a la espectacular Cascada de la
Cimbarra, falla tectónica que debe atravesar
el río Guarrizas en busca del valle, ofreciendo
un paisaje singular en toda Sierra
Morena. La vegetación predominante la
forman encinares densos sólo interrumpidos
por la vegetación de ribera, alisos y
fresnos, utilizados por la amenazada águila
imperial ibérica para su nidificación.
Estos cortados son además testigo de
remotas civilizaciones que habitaron estos
parajes y dejaron su huella en decenas de
pinturas rupestres del Neolítico declaradas
Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO.
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