Dada la variedad de ambientes, paisajes y
hábitats de la provincia, existe una diversidad
específica muy elevada, comparable a cualquier
destino consolidado en turismo ornitológico,
con especies muy raras y amenazadas
como puede ser el quebrantahuesos recién
reintroducido en las Sierras de Cazorla,
Segura y Las Villas o el águila imperial ibérica,
endemismo ibérico que cuenta en Jaén con
más de 30 parejas, una de las mayores densidades
del mundo, o la cigüeña negra especie
globalmente amenazada, con 10 parejas,
todas ellas en Sierra Morena.
La provincia es de los pocos lugares de Europa
donde podemos encontrar hasta 5 especies
de buitres: quebrantahuesos procedentes del
plan de reintroducción, alimoche con unas 6
parejas, buitre negro con 60 parejas, buitre
leonado unas 500 parejas, incluso citas esporádicas
de buitre de Rüppell.
Dentro del grupo de las rapaces, habría que
resaltar igualmente el águila perdicera con
unas 40 parejas y el halcón peregrino con más
de 60 parejas principalmente en las Sierras
Béticas.
Es destacable a su vez el grupo de las aves
esteparias con la presencia de avutarda, sisón
común, ganga ortega, aguilucho cenizo, cer
nícalo primilla , carraca europea, curruca
tomillera y collalba negra entre otras especies.
En los escasos humedales, encontramos especies
inusuales como la malvasía cabeciblanca,
el calamón europeo, focha moruna o garcilla
cangrejera.
No sólo las grandes aves llaman la atención
del ornitólogo, por ello es preciso destacar la
presencia de paseriformes típicos de matorral,
dehesas y cultivos mediterráneos, como
curruca rabilarga, curruca mirlona, rabilargo
ibérico, alzacola rojizo o mosquitero
ibérico; y otras aves más propias de ambientes
norteños como pueden ser el verderón
serrano, chotacabras europeo, roquero rojo,
vinculado a zonas de montaña; e incluso
especies típicas africanas que han colonizado
recientemente la península Ibérica como
el elanio común o el vencejo cafre, poniendo
de manifiesto el papel importante que
juega el sur de la península donde confluyen
especies europeas y africanas, a la vez
que es paso obligado para las aves migratorias,
lo que da lugar a un punto caliente -hot
spot- para la biodiversidad mundial debido
al alto número de especies y ecosistemas
presentes.
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